Josef Masopust fue un volante de la Selección de Checoslovaquia que desplegó sacrificio y talento en parte iguales. Por su buena temporada en 1962 recibió el Balón de Oro que ofrece la revista France Football. El mediocampista todo terreno disputo con el seleccionado checo los Mundiales de 1958 y 1962.
En la Copa del Mundo de Suecia, por el Grupo 1, el debut no fue el mejor porque sufrió una derrota contra Irlanda del Norte por 1 a 0. Luego en la segunda presentación también jugó como titular y el equipo empató 2 a 2 ante Alemania Federal para comenzar a ilusionarse. Más tarde formó parte de la alineación checa que vapuleó a la Selección Argentina por 6 a 1 y así tuvo la oportunidad de disputar un encuentro desempate para clasificar a los cuartos de final.
En ese definitorio cotejo continuó con la titularidad pero nuevamente cayó con Irlanda del Norte por 2 a 1 y se despidió del torneo con su seleccionado. Cuatro años después, disputó su segunda Copa del Mundo en Chile. En su primer duelo del Grupo 3, Checoslovaquia con la presencia de Masopust venció a España por 1 a 0. Nuevamente con el mediocampista desde el arranque, enfrentó a Brasil e igualó 0 a 0 en su segundo compromiso.
En el último cotejo padeció una derrota con México por 3 a 1 pero el desenlace fue feliz porque el combinado checo avanzó a los cuartos de final. En esa fase superó a Hungría por 1 a 0 y clasificó a una de las semifinales. En ese trascendental encuentro se impuso por 3 a 1 contra Yugoslavia y alcanzó el sueño de todo futbolista: jugar la final de un Mundial.
En ese decisivo partido, el voluntarioso volante aportó un tanto para Checoslovaquia en la derrota frente a Brasil por 3 a 1. Por su parte, más allá de su etapa en la selección también tuvo otros momentos como jugador para destacar ya que en su país convirtió 79 tantos en 386 encuentros. En sus inicios, en 1945 defendió la casaca del Most hasta 1950, para incorporarse más tarde a las filas del Tatran Treplice. En 1952 cambió de equipo y se transformó en el refuerzo del Dukla Praga, en donde permaneció muchos años.
En esa gran aventura consiguió ocho ligas locales y cuatro torneos de Copa. A partir de 1968, en el Royal Croosing Molenbeek comenzó a transitar el camino de director técnico. Luego su etapa como entrenador continuó en el Dukla Praga desde 1973 a 1976. Después se cruzo en su camino el Zbrojovka de Brno desde 1976 hasta 1980 y en 1984 tuvo la gran oportunidad de dirigir al seleccionado checo. En 1987 finalizó su ciclo en la selección y ejerció su trabajo más tarde en las siguientes formaciones: Indonesia Junior Team, Zbrojovka Brno y FK Pelikan Decín.
Varios años después por complicaciones de una enfermedad respiratoria Masopust falleció en la ciudad de Praga. Su historia fue muy importante porque fue el primer futbolista checolosvaco en ser transferido a un equipo extranjero y porque la Federación checa lo reconoció como el mejor jugador de los últimos cincuenta años. A su vez el Dukla Praga tiene en su estadio una estatua con su figura y en su ciudad fue declarado ciudadano ilustre.
Por Diego Bentivegna para Tercer Equipo.
Foto: El País.